La gastronomía española es uno de los grandes motivos de orgullo de los que gozamos como nación. No obstante, el acelerado ritmo de la industria alimentaria está provocando que la mediocridad se convierta en la principal tendencia a la hora de hacer la compra. Por suerte, todavía hay compañías que abandonan esta tendencia de producir a toda velocidad y siguen la estela tradicional de sus propios sectores. En el campo de los embutidos, la carne y el jamón, hay una empresa que ha logrado mantenerse en la cresta de la ola generación tras generación: César Nieto. Veamos las razones de su éxito y cómo se han adaptado a los nuevos tiempos comerciales.
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La quinta generación llega a César Nieto
La historia de César Nieto se remonta a más de un siglo en el pasado, concretamente a 1985. Una compañía que abrió sus puertas en Guijuelo, un pequeño municipio de Salamanca, y desde entonces ha concedido toda su pasión a la producción de ibéricos. Una convergencia entre la tradición de la industria y el cariño por su trabajo que les ha permitido llegar hasta la quinta generación.
Cuando Ildefonso Nieto, tratante de ganado en Guijuelo, cuidaba de sus animales, jamás imaginó el éxito que les esperaba a sus descendientes. Ahora bien, no fue hasta 1943 cuando su hijo Alfonso Nieto fundó una empresa comercializadora de cerdo ibérico. Cuando César Nieto llegó, nieto de Ildefonso, el crecimiento corporativo fue imparable: abrieron sus instalaciones, un matadero propio y fundaron la D.O. Guijuelo.
Los hijos de César Nieto tomaron el testigo en 1987, durante su liderazgo, abrieron nuevas instalaciones, adquirieron la finca Los Linares, forjaron su propia marca de carnes frescas y dieron el salto al mercado internacional. Ahora, la empresa goza de una fábrica digital, nuevas fincas, una web de alto nivel y está lista para su siguiente paso más importante: dar pie a la quinta generación de esta maravillosa empresa familiar.
Descubre los productos más exquisitos
La pasión que ya ponía Ildefonso Nieto en la ganadería y que indudablemente sus hijos, nietos y bisnietos han mantenido intacta no quedaba en la nada. Todo lo contrario: se transforma en la excelencia gastronómica que se alcanza en cada uno de los productos de su catálogo. Desde los de gama media hasta los de gama alta.
Una de sus principales categorías es la de jamón, encontrando patas que van de un 50% ibérico hasta el 100%, sacando a flote todo el potencial de este producto tan típico de nuestra tierra. Asimismo, su sección de ibéricos es enormemente extensa, destacando deliciosos chorizos, lomos, salchichones y packs completos para los que nunca saben qué elegir.
Tal y como hemos anticipado previamente, Cesar Nieto dio el salto a la venta de carnes durante su cuarta generación. Presa, lomo, carrilera, solomillo, mogote, panceta, costilla, secreto, pluma… Diferentes piezas que, siempre con la etiqueta del cerdo ibérico, hacen que cada mordisco sea un auténtico manjar para quien lo prueba.
Beneficios de apostar por productos cárnicos de calidad
Es indiscutible que el sabor de una carne producida en granjas industriales es incomparable a la exquisitez de aquella que surge de cerdos criados en dehesas y alimentados con bellota. No obstante, los productos de César Nieto no solo destacan por sus texturas y aromas, sino también porque resultan mucho más saludables que la mediocridad que se suele encontrar en un supermercado.
El jamón ibérico de Guijuelo de esta empresa familiar activa el metabolismo, mejora el sistema inmune, tiene Zinc, Vitamina B6, B2 y ácido oleico y favorece la salud ósea. Algo similar ocurre con su carne, caracterizada por un enorme valor nutricional para optimizar el funcionamiento del organismo de maneras muy diversas.
Así pues, podemos determinar que pasarse a la compra de embutidos y carnes de calidad no es solo algo que se debe hacer en pro del paladar, también por nuestra salud en general. Una acción muy sencilla si tenemos en cuenta que hoy en día lo tenemos todo a nuestro alcance en internet, recibiendo los pedidos sin tan siquiera salir de casa.