Mantener el tejido social en lugares tan turísticos como Tenerife es todo un reto. Por eso, sorprende el impulso que la isla ha experimentado gracias a los vecinos emprendedores que están generando una inmensa red de negocios locales y de confianza.
Pequeñas tiendas de ultramarinos, empresas de limpieza, comercios de ropa y pequeños artesanos y técnicos independientes han establecido un mapa invisible de colaboración recíproca.
El hecho de conectar unos con otros permite que todos reciban un ingreso habitual que no dependa de las visitas turísticas y que, por tanto, no está asociado a la temporalidad de las temporadas altas de turismo.
El objetivo, explican los comerciantes, es que un fotógrafo o un fisioterapeuta, por poner tan solo dos ejemplos, no tengan miedo a resistir al invierno, cuando la demanda se reduce considerablemente, gracias al apoyo tanto de los comercios de proximidad como de los propios habitantes fijos de la ciudad.
Y el reto está siendo superado con muchísimo éxito: las confluencias y las colaboraciones no se limitan solo a la demanda y oferta de productos y servicios, sino que está generando proyectos comunes, que refuerzan todavía más los proyectos de los emprendedores.
El resultado es la creación de pequeños mapas invisibles que estos comerciantes, técnicos y prestadores de servicios utilizan en su día a día y que están haciendo del comercio de confianza y local un conglomerado con la suficiente fuerza como para superar la precariedad existente en algunos sectores.
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Crear una oferta total
Estos esfuerzos también se traducen en la creación de una oferta total, que permite que Tenerife sea autosuficiente. El hecho de contar con todo lo que se necesita a poca distancia también hace que la calidad de vida mejore notablemente.
Además, la economía local se reactiva, lo que repercute directamente en los propios tinerfeños y tinerfeñas. Por todo ello, están esforzándose por convertir las calles de todo Tenerife en un pequeño centro comercial en el que encontrar todo lo necesario. Este es el objetivo de los trabajadores de la isla que levantan todos los días la persiana de sus espacios para servir a los clientes.
Esto se concreta en acciones como la puesta en marcha de repositorios online con los que el cliente puede acceder a los datos de cualquier comercio y servicio de la isla con tan solo un par de clics.
Apoyo institucional
El siguiente paso es reforzar el mantenimiento y potenciar el crecimiento de estos mapas invisibles del comercio local con ayuda institucional.
Para ello, desde el sector comercial piden al cabildo la puesta en marcha de distintas actividades que pueden potenciar el gasto en pequeños comercios por parte de los habitantes de la isla.
Se solicita el diseño y ejecución de iniciativas y campañas como las de los cheques ahorro por compras recurrentes en comercios locales. De esta manera, explican, se estimulan las primeras tomas de contacto con los pequeños emprendedores.
El reto está en demostrar a los tinerfeños que estas pequeñas tiendas e iniciativas locales ofrecen un servicio mucho más personalizado e interesante que el que se da en las grandes superficies: el trato es único porque se conoce al cliente, se recuerdan sus necesidades y sobre todo, existe un compromiso por ponerle la vida fácil a los vecinos, concluyen desde esta red de comercio local que se ha generado.