El acceso a internet ha provocado una revolución a todos los niveles en la cultura y modos de actuar en las sociedades modernas. Se suele estar conectado a las redes sociales una parte diaria del tiempo cada vez mayor. En este sentido, cabe hacer una especificación y es que la conexión virtual no se realiza única y exclusivamente para interactuar visualmente. Es muy habitual conectarse solo para recibir audios, es decir, para escuchar música, podcast, audiolibros, estudiar…
La calidad del audio es fundamental, siendo un valor que recae en buena medida en el tipo de auricular que se esté utilizando. Cabe preguntarse cuáles son las directrices que se deben seguir para acertar en esta elección. En cualquier caso, y como cabe suponer, el uso que se le vaya a dar será el principio fundamental para decidir cuál se va a necesitar. En la siguiente guía se presentan las características a considerar y que servirán para llevar a cabo una decisión correcta en la compra de unos auriculares.
Contenido de la página
La potencia de entrada
La potencia máxima capaz de tolerar desde la fuente de emisión va a depender de las especificaciones técnicas de cada reproductor. Esta información se deberá encontrar de forma detallada en el equipo, será un valor que estará relacionado con el amplificador que llevan incorporados los auriculares. De forma general, será necesario que la potencia máxima de entrada al auricular sea igual o superior a la potencia de salida del reproductor.
La frecuencia
Se conoce como frecuencia al rango de sonido que permite reproducir el auricular. Este valor se mide en Hercios (HZ). El sonido, en este sentido, cuanto mayor sea su rango, mayor calidad ofrecerá. Es fundamental que el auricular elegido ofrezca un rango de respuesta en unas frecuencias de entre los 20 Hz y los 20 KHz, que son los que cubre el oído humano.
La impedancia
La impedancia se refiere a la resistencia que ofrece el dispositivo al paso de la electricidad. Con este dato se conocerá la cantidad de energía que llegará a la salida de los auriculares, midiéndose en ohmios. Se trata de un valor que cuanto más alto, más positiva será la recepción del audio. De este modo, con un leve gesto en el aumento del volumen la ganancia será más alta, obteniendo como resultado una amplitud mayor en la variedad posible de la potencia.
La sensibilidad
Este concepto está dirigido tanto a la calidad del sonido, por lo que también estará relacionado con la potencia de salida, como al bienestar de los oídos. Es aconsejable, por tanto, que no sobrepasen los 120 dB para evitar que por accidente se superen estos límites y lleguen a procurar daños o lesiones auditivas. Lo normal es que se posicione entre los 80 y los 125 dB SPL/V (Nivel de Presión Sonora).
La posibilidad de cancelar el ruido exterior
Los auriculares más modernos se presentan con esta nueva opción, que una vez usada, cuando se conoce, se vuelve indispensable. Se trata de una función con la que será posible reducir o eliminar gran parte del ruido exterior, posiblemente el máximo responsable que impide disfrutar al máximo de una buena calidad de sonido. Este sistema posee dos micrófonos a ambos lados del auricular que capturan el sonido ambiente, creando una señal que la debilita de forma inmediata.