Descubre cómo este preciado hongo está transformando los menús de los mejores restaurantes y cómo puedes integrarlo en tu cocina.
La denominada alta cocina nació de la mano de los mejores chefs franceses cuyo principal objetivo era convertir el hecho de cocinar en un arte. Sin duda alguna, para poder llevarla a cabo se emplean diferentes técnicas culinarias, además de que los usuarios deben conocer al 100% los productos y sus características. En este sentido, la trufa negra se ha convertido en un alimento esencial para la alta cocina, tanto es así que es considerada el “oro negro” de la misma, sabiendo que la trufa de teruel es una de las más populares y demandadas.
En la actualidad este tipo de trufa es uno de los hongos más valorados, debido a su intenso sabor y a su potencial aroma, características esenciales que han convertido a este producto en un auténtico manjar.
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Características de la trufa negra
También conocida como trufa de Périgord, se trata de un hongo que crece bajo la tierra. Un producto que presenta una forma irregular y redondeada, con un tamaño que no supera los 6 centímetros y un peso máximo de 200 gramos. El color negro le llega cuando alcanza su punto máximo de maduración, aunque durante el crecimiento pasa por diferentes tonalidades como el rojo o el pardo. En cuanto a su carne, es muy firme y su aroma muy intenso y penetrante.
Además es muy rica a nivel nutricional, ya que cuenta con minerales como el fósforo, azufre, calcio, magnesio, hierro, yodo, selenio y potasio, así como vitaminas C, B2, B3 y B9. De igual modo tiene una gran cantidad de agua. El mejor modo de consumir este producto es en fresco.
Un producto que conquista el mundo culinario
Teniendo en cuenta todas las propiedades y características de la trufa negra no es de extrañar que se haya convertido en un producto esencial dentro del mundo culinario. Tanto es así que ha revolucionado por completo la cocina, ya que cada vez son más los restaurantes que incluyen en sus menús platos elaborados con este ingrediente, teniendo en cuenta también su valor, ya que al cultivarse bajo tierra es más complicado su hallazgo, por este motivo tiene un elevado precio en el mercado, si bien, esto también convierte a la fruta negra en un verdadero “diamante culinario”.
Sin duda alguna, su aroma y sabor son los principales responsables de que a día de hoy se utilice en elaboraciones en la alta cocina, convirtiéndose en un condimento insustituible. En la actualidad, se puede encontrar trufa negra en sopas, cremas o ensaladas, regalando una experiencia única a los paladares más exigentes.
¿Dónde encontrar trufa negra?
La trufa negra es un producto que se ha utilizado en la cocina desde las civilizaciones antiguas. Egipcios, griegos o romanos la utilizaban en sus elaboraciones, sabiendo que no sólo era apreciada por su sabor, también se creía que tenía propiedades medicinales y afrodisíacas.
En la actualidad, este manjar se encuentra principalmente en los países del sur de Europa, sobre todo, en las zonas con clima mediterráneo. En este contexto, es importante destacar a Teruel, ya que la ciudad española es la principal productora del mundo de trufas negras.
¿Cómo integrar la trufa negra en tu cocina?
Como se ha mencionado, la trufa negra es un producto que se considera un manjar, por este motivo, lo habitual es verlo en la alta cocina. Si bien es cierto, de manera particular, también se puede añadir este ingrediente a las elaboraciones más caseras, ya que hay infinitas recetas en las que se puede integrar.
La mejor opción siempre es hacer uso de la trufa en formato rallado, ya que permite darle un toque único al plato, sabiendo que combina a la perfección con productos como arroces, pastas o huevos.
También es recomendable la trufa en formato laminado, en este caso, siempre cortarla en rodajas finas y lisas, para poder conservar todo su aroma. En este caso, las mejores combinaciones son con huevos, aceites o mantequilla.