La sociedad ha ganado conciencia de la importancia que tiene mantener una buena salud dental. Primero, como no podría ser de otra manera, desde un punto de vista de higiene y limpieza, teniendo una buena rutina de lavado. Pero, además, desde un punto de vista estético y de funcionalidad, ya que el hecho de llevar los dientes torcidos o mal alineados resulta cada vez menos común.
Cada vez es más habitual que niños y adultos utilicen tratamientos de ortodoncia para colocar los dientes en la posición correcta. Con ello se consigue una mejora estética pero también de salud dental.
Las ortodoncias más comunes son las formadas por brackets metálicos. Lamentablemente, si bien es cierto que cumplen su función, pueden resultar algo incómodos a la hora de realizar actividades como el deporte. ¿Existe alguna solución al respecto? Continúa leyendo para conocer algunos ejemplos.
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Otro tipo de ortodoncia
Una opción alternativa a los brackets, puede ser la ortodoncia invisible. Se trata de una especie de férulas transparentes hechas de un material resistente que se colocan en los dientes durante, generalmente, 22 horas al día. A través de unas presiones controladas, los dientes se mueven a la posición deseada.
Su uso en la actividad física resulta muy interesante, ya que, al contrario que los brackets, son completamente lisos, lo que reduce el riesgo de cortes. Además, dan una mayor comodidad a quien los lleva.
Protector bucal especializado
Tiene ciertas similitudes con la ortodoncia invisible. En este caso hablamos de un tipo de férula dental que estaría diseñado para personas con aparato dental metálico. Suponen una capa adicional que protege los brackets de un golpe o de una caída. Evidentemente, con el avance del tratamiento, los dientes se irán moviendo, por lo que hay que ir ajustándolo en cada momento para que siga siendo efectivo.
Visitas frecuentes al ortodoncista
Pese a todo, el deporte es muchas veces impredecible, y no es extraño que a la hora de realizar un esfuerzo puede haber algún problema con la ortodoncia. Por ello, no está de más el hecho de visitar al especialista de forma periódica, con el fin de ver que todo está en orden. Esto asegurará que, si hay algo en mal estado, quede reparado al momento, evitando lesiones adicionales.
Limitar los deportes de alto impacto
Existen formas de minimizar el riesgo, pero hay que tener en cuenta que algunas actividades físicas son complicadas de llevar a cabo con una ortodoncia metálica. Un ejemplo son los deportes de contacto, como el rugby o el boxeo.
En ese sentido no hay que descartar tampoco algún tipo de protección adicional. Esto iría en la línea del uso de cascos o mascarillas protectoras, más allá de algún elemento bucal, para tratar de reducir al máximo cualquier tipo de impacto.
